Un día como hoy, pero hace 61 años, el Senado de la Nación sancionaba la ley 16.463 por la cual se establecía una política de precios y de control de medicamentos, fijando límites para los gastos de publicidad, imponiendo topes a la posibilidad de realizar pagos al exterior en concepto de regalías y de compra de insumos.
El presidente de la Nación Arturo Illia, le dio una gran importancia a la salud y genero diversas políticas para lograr ese ansiado objetivo.
La ley que recordamos hoy fue conocida como la ley Oñativia, en referencia a Arturo Oñativia su impulsor y ministro de Asistencia Social y Salud Pública de la Nación, durante la presidencia de Illia.
Oñativia había nacido en Salta, el 16 de abril de 1914. Fue médico, egresado de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires. Fue ministro de Asistencia Social y Salud Pública de la Nación, durante la presidencia de Arturo Umberto Illia. Desde ese lugar, completó la tarea preventiva del bocio endémico, impulsando la ley nacional 17.259 de iodación de la sal de consumo doméstico y animal.
Como ministro contribuyó al desarrollo de la salud pública con la reforma del sistema hospitalario nacional, la creación del Servicio Nacional de Agua Potable para comunidades rurales, la Ley de Medicamentos que lleva su nombre, el impulso a la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Buenos Aires, para la formación de sanitaristas argentinos y extranjeros.
En referencia a la sanción a la ley de medicamentos del presidente Illia, podemos señalar que el jueves, 23 de julio de 1964 el Senado de la Nación sanciona la ley 16.463 por la cual se establecía una política de precios y de control de medicamentos, congelando los precios a los vigentes a fines de 1963, fijando límites para los gastos de publicidad, imponiendo topes a la posibilidad de realizar pagos al exterior en concepto de regalías y de compra de insumos.
La ley fue promulgada el 4 de agosto de 1964 mediante el decreto 3042/65 reglamentando y fijando además la obligación para las empresas de presentar mediante declaración jurada un análisis de costos y a formalizar todos los contratos de regalías existentes.
Illia al haber asumido el gobierno detectó, mediante una comisión especial que analizó la calidad de los medicamentos, que varias fórmulas no contenían ni los ingredientes ni las drogas que mencionaban los prospectos que habían sido presentados para obtener la autorización de venta por el ministerio de Salud, sumado a que el precio de venta de los mismos superaba en más del 1000 % al costo de elaboración.
Una delegación de los laboratorios visitó la Casa de Gobierno y expreso que: “Este es un gobierno dirigista que se inmiscuye en la elaboración de las medicinas, cuando somos nosotros, los expertos internacionales, los que debemos ocuparnos de ello”. A lo que el presidente Illia en forma contundente le respondió: “cada uno de ustedes tiene seis meses para presentarnos una declaración jurada en donde interpreten y afirmen cuál es la calidad de su medicamento y la composición de su costo de producción. Con esa documentación hablamos, mientras tanto los precios siguen congelados”. Los laboratorios jamás elaboraron ni presentaron ningún documento.
Tras el Golpe de Estado perpetrado el 28 de junio de 1966 muchos consideraron que tanto la ley de medicamentos como la anulación de los contratos petroleros que afectaron sensiblemente los intereses extranjeros fueron algunos de los factores fundamentales del derrocamiento de Illia.
La aplicación de esta norma, más las otras políticas de salud del presidente Illia hubieran cambiado el paradigma de la salud en la República Argentina.
Sin ninguna duda tanto el Dr. Oñativia como el Dr. Arturo Illia se enfrentaron a intereses muy poderosos, pero siempre tuvieron presente su firme convicción en mejorar la salud del pueblo y su vocación de servicio.
Lic Javier Argolo.