“La modernidad fue un ordenamiento y el Estado, su ejecutor”, dice el autor. Pero anticipa que “hoy esa promesa ya no seduce” y que su mayor amenaza es la IA, “versión extrema del utilitarismo”, que podría reemplazarlo, porque “funciona, simplifica y resuelve”. Resta una esperanza de vida para el Estado: volver a ser humano. Leer más