Como explicar quién fue el doctor José Bielicki en estas breves palabras; como ser objetivo al recordar un amigo, como poder describir una vida plena dedicada y consecuente con la Unión Cívica Radical (UCR). El recordarlo es una forma de mantener viva su memoria, su amistad y su gran labor.
Comenzaré explicando que Bielicki había nacido el 30 de diciembre de 1934 en Buenos Aires, pero vivió en Morón donde desarrolló la mayor parte de su extensa trayectoria y que falleció a los 87 años en la ciudad de Mar del Plata. El pasado 30 de diciembre hubiera cumplido 88 años.
Bielicki había comenzado muy tempranamente su militancia en las filas de la Unión Cívica Radical, en este comienzo y el haber tratado con personalidades notables hicieron que fuera forjando su temperamento político. José era de una personalidad especial, inquieto, afectuoso, con una generosidad poco común en la política, militante de hierro, sabedor de la historia partidaria como pocos, pero por sobre todas las cosas un radical inclaudicable.
Siempre le daba especial importancia a la etapa en 1958 cuando fue secretario de Gobierno de la municipalidad de Morón, durante la intendencia de Don Abel Costa.
También tuvo un papel muy destacado cuando volvió la democracia y en particular cuando fue diputado Nacional, desde 1983 hasta 1987. En este período, demostró y fue parte de los grandes debates de nuestra naciente Democracia. Por eso, en las páginas de la historia del Radicalismo y de nuestro distrito, su acción será recordada como el diputado de la Democracia del partido de Morón.
Fue parte fundamental en la sanción de normas esenciales en ese periodo como la Ley de Divorcio. Otros proyectos que impulsó desde el Congreso fueron la Declaración Jurada de Bienes, Régimen de elección de diputados nacionales (primarias, abiertas, simultaneas y obligatorias), y Régimen legal para las actividades de importación y exportación de empresas privadas, mixtas o públicas.
También ejerció el periodismo y la docencia Universitaria. Durante el transcurso de sus estudios de grado fue un activo militante y dirigente.
Fue asesor del jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires durante el mandato del doctor Enrique Olivera, secretario de gobierno del doctor Guillermo Moreno Hueyo, y asesor del bloque de diputados nacionales de su partido.
Escribió el libro sobre Moisés Lebensohn “El Hombre que pudo cambiar la Historia” publicado por la Editorial Luminere .Bielicki siempre sintió una muy especial admiración por Lebensohn.
Con él se fue un pedazo de lo mejor del radicalismo. Yrigoyenista, siendo algunos de sus faros el miso Moisés Lebensohn, Arturo Frondizi y el ex presidente de la Nación Raúl Alfonsín.
Tuvo una muy extensa trayectoria, él logro algo muy notorio, pues fue y es tanto querido, como respetado tanto dentro como fuera de la Unión Cívica Radical.
Siempre se caracterizó por su incansable trabajo por el Radicalismo, donde actuó con gran apertura y generosidad.
También, en su momento, su fallecimiento nos anotició de la partida de uno de los políticos de otra época, políticos de raza que defendían ideas y la búsqueda del bien común.
Por ejemplo, el Radicalismo de Morón perdió a uno de sus últimos grandes exponentes.
Con José también ocurría un fenómeno especial, que no es muy común en la Política Argentina. Eso se daba por una sumatoria de factores; como eran que su personalidad e inteligencia. O que existieron circunstancias históricas que forjaron sus cualidades que las mismas fueran templadas por su precoz inicio en la política. Esas mismas circunstancias hicieron que apenas siendo un muchachito cuando comenzara a entreverarse con los personajes de la liga mayor de la UCR bonaerense.
En una Argentina poblada de mezquindades y de grietas él tendía incansablemente puentes tanto dentro como fuera del radicalismo.
Era muy común sus conversaciones con políticos de todas las extracciones incluso muchos de ellos concurrieron a las recordadas mesas del Grupo Progreso, algo que debería ser normal en democracia.
Pero que en la Argentina toma una gran dimensión por su excepcionalidad.
El doctor Bielicki era un hombre un hombre eminentemente social, expansivo, cálido y con la inteligencia para integrar a los actores más diversos. Vuelvo a recalcar que promovió permanentemente en el debate de ideas en un espacio que género en el legendario Club “Lalín” en la calle Moreno de la Capital Federal. El Grupo Progreso que él lideró fue por muchos años un ámbito de encuentro y de debates de ideas al que asistieron figuras de la UCR junto a hombres y mujeres extrapartidarios. En un país donde predominan el enfrentamiento, contexto de grietas. El hizo de la tolerancia, el encuentro, el respeto y el debate de ideas, un importante faro para la política.
Su familia le realizó en el restaurante Lalín un cálido homenaje organizado por su hija Patricia y su hijo Martín. También deseo destacar el gran esfuerzo de su hijo Martín realiza por mantener vivo los encuentros del Grupo Progreso.
Dos datos que lo muestran el temple de José Bielicki, estando internado se comunicó con el IML para conseguir un ejemplar de su libro para un médico que lo estaba atendiendo. También, días antes de su fallecimiento, se comunicó con Alberto Ventosa para sacar una nota que fue publicada el 12 de enero en “El Diario La Opinión de Morón”. Sin dudas, un activo político y militante hasta el final. José fue un radical con mayúsculas, un político de cuna y de tumba.
Hoy recordamos a ese gran y activo luchador, un militante del radicalismo, pero muy especialmente un hombre de la Democracia.
Argentina perdió un gran demócrata, una gran persona de consulta, cultor del radicalismo más auténtico, comprometido y leal a convicciones profundas.
Hoy a dos años de su partida de alguna forma sigue con nosotros por sus ejemplos de vida.
Lic. Javier M. Argolo